martes, 3 de abril de 2012

XXIII Cross Popular de Montaña Subida al Pielago

Llevo tiempo informandome de la carrera, y parece ser que es bastante dura, son los retos que más me motivan, a pesar de todo sigo con la duda, mixtas o trail, el terrerno es mixto, rampas de cemento y tierra, finalmente escojo la opcion facil, las dos y alli decido.
Llevo una semana vigilando las predicciones, todo apunta a que lloverá, no lo dudo, camiseta de tirantes.
Domingo 1 de Abril, llegamos a Hinojosa, para hombre del tiempo vale cualquiera, sol radiante, ni una p.... nube, temperatura excelente...., para estar a la sombra.
Despues de recoger el dorsal nos preparamos para el calentamiento, logicamente decidimos ir por el circuito para conocerlo, las primeras rampas nos señalan al cielo, no hemos recorrido ni 2 km y ya hemos roto a sudar, sin apenas poder calentar bien por la falta de terreno llano nos colocamos en la salida.
La carrera comienza fuerte, los primeros metros hasta la salida del pueblo callejean e intento perseguir al grupo de cabeza de unos 15 corredores, la primera rampa justo a la salida del pueblo comienza a desgranar el grupo y rapido observo que dos corredores se marchan destacados yo intento seguir al resto gracias a un falso llano que alivia un poco, pero enseguida lo serio y la subida se hace interminable, el grupo ya no es grupo sino grupillos, de dos en dos, yo me pego a uno por que en ocasiones el viento sopla de cara, hasta que en el km 3 parece que él se queda, decido entonces ponerme a tirar yo solo, las piernas me responden y el ritmo no es malo, aunque las fuerzas van mermando mas rapido que en una carrera en llano. En el primer avituallamiento intento beber agua, pero el primer trago que doy casi me atraganto, pierdo el ritmo de respiracion y decido tirar la botella, apenas he bebido y el sol pega cada vez más. El corazon me va a mil, paso a paso, corriendo de puntillas, tirando de gemelos voy subiendo con la mirada fija en el suelo, veo pasar el km 5 e intento levantar la mirada esperando otro descanso en forma de llano, pero cuando llega da la sensacion de que las piernas lo que necesitan es parar, no seguir, doy una curva entre pinos y el camino de nuevo enfila a las nubes, cada rampa se me hace mas dura y ya no cuento los km que llevo sino los que me quedan para llegar arriba, el ritmo cada vez es menor y llegando al km 6 comienzo a plantearme la posibilidad de que andando creo que podria ir mas deprisa, miro atras y veo que uno se echa encima poco a poco, intento aumentar el ritmo, ya tiene que quedar poco y justo al giro de una curva me encuentro con el primero bajando, levanto la cabeza y veo el final de la subida, miro atras y le tengo encima ya le oigo respirar, intento pegar el ultimo apreton pero las piernas no hacen caso de mi cabeza, me pasa como un rayo (o eso me parece) justo cuando comenzamos a bajar, que alivo (pienso) pero intento correr cuesta abajo y mis piernas no me responden, las tengo tan cansadas que no las puedo controlar y la bajada es mortal, a ritmo de 3 min/km cada zancada es un impacto tan grande contra el suelo que noto como me tiembla hasta el higado. En las ultimas bajadas ya no se si corro o voy porque es cuesta abajo, pero la cada vez mas afluencia de gente me revela que me acerco al pueblo, lo veo, y tambien la marca en el suelo del ultimo km, intento correr pero no se si las piernas se me han quedado arriba, no las siento del dolor, entro en la plaza del pueblo entre aplausos y en la linea de meta me paro, miro mis piernas y me tiemblan (recuerdo las imagenes de los maratonianos llegando a meta haciendo "S") me reclaman el dorsal y no atino a quitarmelo, me tienen que ayudar, al final acabo 9º, muy contento, estiro bien, me relajo, analizo la carrera y si, lo tengo decidido, despues de todo el sufrimiento, el año que viene volveré. Estos retos son los que motivan a superarse a uno mismo.

 12,5 km de recorrido

600 m de desnivel positivo

00:51:53 - 9º clasificado